Crónicas de Semana Santa sin santos

Hace meses que estaba planeado: 15 amig@s pasando la Semana Santa -más conocida en mi pueblo como 'Mona'- juntos en una casa rural. Este año abandonamos nuestro último lugar de vacaciones semanasanteras, Caudete, para arrimarnos a Murcia, más concretamente a Mula. Un descanso en Semana Santa junto con los colegas, en mi caso, acaba siendo justo lo contrario: no hay descanso; es una fiesta contínua.


Los preparativos siempre son lo más difícil, porque es complicado recoger todo el dinero de todos, pero se consigue. Llegamos a Mula y nos encontramos con que no hay supermercados para hacer la compra, excepto uno muy pequeño y extremadamente saturado. Tras un par de horas nos hacemos con los pertrechos necesarios para comer y beber. Ahora sí: ya puede empezar la juerga.

Cuatro días paseando por los mundos de Yupi, con demasiado alcohol en la sangre y con dolor de barriga de tanto reír -algo que le aconsejo a todo el mundo-. Todo rodeados de un paisaje repleto de campos de siembra y, sorprendentemente, de agua. Por lo visto esa zona es de las pocas de la región murciana que no tiene una acuciada carencia de agua. O tal vez fuera por las lluvias que cayeron durante los cuatro días que pasé en tierras murcianas -no conozco a nadie al quien no le haya llovido esta Mona-.

En fin: una quedada de este tipo con los colegas siempre afianza los lazos de amistad -más aún si cabe en la Peña Chispera-; algo que echo de menos al estar viviendo en los madriles. Cuatro días de risas con los amigos de siempre, con buena comida, buena bebida... y mejor compañía. Próxima vuelta a Onil: en fiestas de Moros y Cristianos que, por cierto, son de gran interés tanto turístico como artístico; y no digamos de fiesta, jaja. Para el visitante de esta humilde bitácora, espero que hayáis pasado unas muy buenas 'minivacaciones'. ¡Ah!, y si queréis visitar Onil en fiestas, son del 22 de abril al 1 de mayo... ininterrumpidamente.