mareadigit@l

martes, noviembre 28, 2006

Veintitantos

Que la imagen de este hombre deacaído no haga mella en nadie. ¡Siempre con la moral por las nubes!
Este texto lo he recibido por e-mail, seguro que todos los lectores (pocos) que tengo también. Le llaman la "crisis del cuarto de vida", y no pretendo deprimir a nadie con él, solo que a veces viene bien que algo o alguiente recuerde cómo nos sentimos las personas a veces cuando se llega a una cierta edad. No por ello ha de decaer la moral de nadie:

Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahora. Te empiezas a dar cuenta que hay un montón de cosas sobre ti mismo de las que no sabías y que quizás no te gusten.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás...
Te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios... por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc... y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo. Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.

Te rompen el corazón y te preguntas como esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Y pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse.
Quizás tú también amas realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro si te sientes preparado para comprometerte por el resto de tu vida.

Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión.Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estupido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo, pero aún así lo sigues haciendo -¡qué cabezón soy!-.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven mas fuertes -y que nadie te las cambie-. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y añades cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.(Pues va a ser que si).

A veces te sientes genial e invencible y otras... solo, con miedo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero... y por hacer unavida para ti.

Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Todos nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los 17-18 algunas veces -¿y quién no?-.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza...pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos...

Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro. Parece que fue ayer que teníamos18...¿¡Entonces mañana tendremos30! ?
¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???

HAGAMOS VALER NUESTRO TIEMPO... QUE NO SE NOS PASE!
La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento...