El Gran Circo de McLaren

Hoy, para variar un poquito, me he decidido a hablar sobre un deporte que me apasiona -y no es el fútbol ni el esquí, que para eso ya habrá tiempo-. Hoy le toca a la Fórmula 1, el deporte rey del automovilismo, más que nada por la incomparable cantidad de dinero y emociones que mueve el 'Gran Circo'. Los intereses empresariales de los constructores y de los anunciantes son los que hacen girar los motores de más de 700 CV de potencia -antes eran más- hasta rozar las 20.000 revoluciones por minuto, pese al número creciente de público que atrae este espectáculo.

Este año la temporada se presenta movidita, con el bicampeón Fernando Alonso en una nueva escudería y con el irrepetible ex-campeón Schumacher fuera del pit lane. La escudería francesa Renault se queda sin el hombre que más éxitos les ha reportado en los últimos años. Alonso, por su parte, se pasa a McLaren, una escudería que el año pasado dejó bastante que desear, sin llegar a encontrarse en ningún Gran Premio entre los que lucharon por la victoria.

La temporada 2007 podría haber sido más especial que cualquier otra hasta ahora para los amantes de la F1 en España. Alonso podría haber estado acompañado por otro español a los mandos de un McLaren Mercedes. La cúpula de la escudería anglo-alemana decidió dar el segundo volante a un joven británico con un fantástico historial, teniendo en cuenta que tan sólo ha soplado apenas 20 velas. La parte mala, para Pedro De la Rosa, un piloto maduro pero fiable como pocos y que rentabiliza al máximo las pocas oportunidades que ha tenido a las órdenes de Ron Dennis.


Así las cosas, el compañero de Alonso en 2007 será el joven británico Lewis Hamilton que, según su currículum, dará que hablar pero... ¿tan pronto?. Esa es la principal duda de los que nos gusta este deporte. ¿Vale la pena sacrificar a un piloto fiable como De la Rosa para buscar los éxitos de un joven compatriota? -sin tenerlos asegurados, por supuesto-. Lo más sensato por parte de los mandamases de la escudería hubiera sido dar una oportunidad a De la Rosa, dejando que Hamilton se habitúe a la F1 -no lo olvidemos, viene de la GP2- y crezca desde el puesto de piloto de pruebas.

Y que conste que esto lo digo no porque Pedro sea español, sino porque se trata de un piloto más que válido para los intereses del equipo. Hace dos años ya fue más fiable que Montoya y el año pasado hubo ocasiones en que estuvo por encima de uno de los más rápidos como es Kimi Raikkonen. El tiempo dará o quitará la razón a McLaren... y también a De la Rosa y Hamilton. Mientras tanto, Alonso a la suya. Por cierto, si McLaren está al nivel del año pasado, podemos olvidarnos de ver al asturiano luchando por su tercera corona consecutiva.