Los señores del espacio

China ha decidido relanzar la carrera armamentística en el espacio con el lanzamiento de un misil balístico que ha destruído uno de sus satélites meteorológicos. Este satélite, claro está, se había quedado obsoleto. Con esto han conseguido preocupar a medio mundo con pruebas que prácticamente estaban olvidadas, y de paso aprovechan y jubilan uno de sus satélites anticuados.

Este hecho es preocupante, pero no es el único que hemos conocido hoy. Jordania, por si la situación todavía no fuera lo suficiente tensa en Oriente Medio, se apunta al uso de la energía nuclear. La pregunta es: ¿con qué fines?. Conforme se han desarrollado los acontecimientos a lo largo de los últimos tiempos, con contínuos conflictos entre israelíes y el resto de los países islámicos que los rodean. Y no olvidemos que Irán ya dijo que no tendría ningún reparo en utilizar sus armas de destrucción masiva contra los israelíes.

Pero, ¿qué es lo que hace falta para que los países que disponen de armas nucleares prescindan de ellas para siempre?. Durante la Guerra Fría, tanto Estados Unidos como la URSS tenían armas nucleares para destruir miles de veces la Tierra. ¿Alguien me puede explicar qué sentido tiene eso? ¿No bastaba con destruirla una vez? -algo que, por cierto, casi sucede con la crisis de los misiles soviéticos en Cuba-.

Volviendo al tema del misil chino... lo mejor es la respuesta yanqui. La cabeza visible que manda en el mundo -por desgracia para todos- se ha mostrado inquieta con el tema del rearme espacial. Pero no sólo eso: los americanos han proclamado a los cuatro vientos que la supremacía en el espacio es sólo cosa suya... y de nadie más -vamos, que el universo es suyo-. Incluso han vOtado resoluciones para negar el acceso al espacio a otros países; del mismo modo en que han vEtado otras que les pretendían impedir que fueran 'Los señores del espacio'.

Igual que con el tema de la contaminación que, más temprano que tarde -nos toca asumirlo, porque con energúmenos mandando y multinacionales influyendo no hay vuelta atrás... véase Guerra Eterna-, nos acabará enviando a todos a tomar viento. ¡Ah!, siento acabar hablando de Bush y compañía, pero es que me hace mucha graacia: ¡O nosotros... o nadie!!, dicen ellos, como Rajoy.