El blanco más oscuro
¿Qué le pasa al Madrid? Cualquier aficionado al fútbol se pregunta ahora mismo cuál es la variable que hace que el engranaje montado por Fabio Capello no funcione como debería. El mercado de invierno ha servido para que el conjunto blanco se refuerce como hace años que no lo hacía. Sin embargo, parece que nada ha cambiado en el equipo que haga pronosticar a su afición un final de temporada mejor que el de las últimas tres campañas.
Es muy pronto para decir si los nuevos fichajes van a ser rentables o, por el contrario, un rotundo fracaso -como fue en su día el dejar escapar a Gabi Milito para fichar a Woodgate-. Es más, ni siquiera deberíamos tener la oportunidad de opinar sobre los Gago, Marcelo ni Higuaín -este último todavía no ha debutado-, puesto que no deberían haber jugado todavía, especialmente en el caso del mediocentro argentino, menos adaptado si cabe a la liga española, ya que fue el último en incorporarse a la disciplina blanca.
Cuando Calderón fichó a Capello en verano sabía que el técnico italiano es un valor seguro de resultados, que no de juego. Hasta antes de Navidad esto se cumplía, pero de un tiempo a esta parte parece que el Real Madrid -jugando igual de mal que a principios de año- no tiene la misma facilidad para sacar los partidos adelante, y eso que los meses de enero suelen ser los mejores de los merengues. El método que hacía funcionar la maquinaria blanca era la aparición puntual de alguno de sus delanteros, ya se llame Van Nistelrooy o Ronaldo, porque Raúl parece otra vez de capa caída.
Con el 2007 los peores auspicios parecen sumir el coliseo blanco en las tinieblas -entiéndase tinieblas como un año más sin ganar ningún título-. La garantía que parecía ofrecer Capello a la hora de conseguir resultados, independientemente del juego desarrollado por el equipo, se desvanece partido tras partido. El Madrid fue arrollado por Sevilla, Recreativo y Depor en las últimas jornadas, pero sin duda lo peor es que no parece que haya visos de mejora en un conjunto que siempre ha sido concebido para ser el mejor del mundo -y que conste que soy del Madrid desde siempre-.
Es muy pronto para decir si los nuevos fichajes van a ser rentables o, por el contrario, un rotundo fracaso -como fue en su día el dejar escapar a Gabi Milito para fichar a Woodgate-. Es más, ni siquiera deberíamos tener la oportunidad de opinar sobre los Gago, Marcelo ni Higuaín -este último todavía no ha debutado-, puesto que no deberían haber jugado todavía, especialmente en el caso del mediocentro argentino, menos adaptado si cabe a la liga española, ya que fue el último en incorporarse a la disciplina blanca.
Cuando Calderón fichó a Capello en verano sabía que el técnico italiano es un valor seguro de resultados, que no de juego. Hasta antes de Navidad esto se cumplía, pero de un tiempo a esta parte parece que el Real Madrid -jugando igual de mal que a principios de año- no tiene la misma facilidad para sacar los partidos adelante, y eso que los meses de enero suelen ser los mejores de los merengues. El método que hacía funcionar la maquinaria blanca era la aparición puntual de alguno de sus delanteros, ya se llame Van Nistelrooy o Ronaldo, porque Raúl parece otra vez de capa caída.
Con el 2007 los peores auspicios parecen sumir el coliseo blanco en las tinieblas -entiéndase tinieblas como un año más sin ganar ningún título-. La garantía que parecía ofrecer Capello a la hora de conseguir resultados, independientemente del juego desarrollado por el equipo, se desvanece partido tras partido. El Madrid fue arrollado por Sevilla, Recreativo y Depor en las últimas jornadas, pero sin duda lo peor es que no parece que haya visos de mejora en un conjunto que siempre ha sido concebido para ser el mejor del mundo -y que conste que soy del Madrid desde siempre-.
A ustedes les dejo la oportunidad de decir si hay solución o esto es algo crónico del madridismo desde hace tres temporadas.
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