Necesitamos replantearnos algo...

Seguro que habrá gente-no mucha- que entre en esta humilde bitácora y diga: "Este siempre habla de lo mismo" -tal vez mi variedad temática sea ajustada, pero hablo de lo que realmente me parece preocupante-. Me refiero a que este post se refiere, una vez más, al cambio climático. Yo no sé si la gente realmente se da cuenta de lo que esto significa, pero atisbo que no. ¡Que al mundo en que vivimos le quedan los días contados, joder!.

Y el que quiera tacharme de pesado ahí están los comentarios para hacerlo, pero mientras las cosas no cambien yo seguiré dicíendolo... o vociferándolo si se prefiere. El cambio climático es el problema más gordo que se nos presenta. Ni terrorismo, ni vivienda, ni paro, ni inmigración -todos asuntos peliagudos, sin lugar a dudas- superan a lo que se nos viene encima. Porque... ¿de qué nos sirve preocuparnos por esto si en unas décadas sólo tendremos que preocuparnos por encontrar unas gotas de sucedáneo de agua -en el peor de los casos-? Que alguien me lo explique.
Lo vemos día tras día. Este fin de semana he estado en mi patria, y ni siquiera he tenido que utilizar la chaqueta. El mercurio estaba más cerca de los 20 que de los 10 grados, ¡en febrero!... no lo había vivido nunca en mis 23 -casi 24- años de existencia. El ciclo vital de la naturaleza se desmorona más rápido de lo que nos pensamos, y no parece tener visos de recuperarse. En algunos lugares todavía no ha pasado el otoño, por ejemplo para los árboles, que no han dejado volar totalmente sus hojas a estas alturas -y no lo harán, puesto que este año hemos tenido tres días de invierno, aquellos de la ola de frío y las nevadas en cotas bajas-.



El pasado miércoles, Eva Hache entrevistaba en su programa al 'misterioso' presentador Iker Jiménez. Como introducción, pude maravillarme ante la emisión de un video de los guiñoles -cuyo presentador es el homónimo en latex de Iker Jiménez, y que son una de las mejores formas de humor televisivo- en el que representaban un hipotético futuro con el cambio climático sometiendo al todo el mundo bajo sus rigores. Creedme cuando os digo que yo no deseo vivir ni siquiera un poco parecido a lo que mostraba ese video de los guiñoles. La lástima es que no lo he encontrado en YouTube para que podáis verlo; aunque sí está en la web del programa -enlace de arriba-.

Pero... ¿y si llegamos demasiado tarde para invertir la tendencia? Esta pregunta es una de las más terroríficas que nos podemos hacer hoy en día. Y cada día lo será más.