Rock vs reggaeton

De cómo poder escuchar lo que a uno le venga en gana, con pros y contras. Pero que conste que no soy ningún experto.

Una cosa está clara: para gustos… colores. El refranero español nos proporciona este término para que nos aclaremos que para decir que cada persona puede tener un gusto completamente diferente a cualquier otro. Ahora bien, hay cosas que se pueden argumentar a favor de una determinada cosa, como por ejemplo la música. Siempre desde el respeto para los que piensan diferente.

En cuanto a música hay innumerables estilos, todos ellos con sus matices. Un ejemplo claro de música que, además de no tener mérito alguno a la hora de tocar en directo -toda la música debería estar concebida para ello-, es la más sexista que conozco, básicamente a causa de sus letras. Hablo del reggaeton, el ritmo de moda con su invariable ki-tun-ki (que cada uno oiga este sonido en su cabeza, es o qué, Lechu) como sonido característico.

En mi opinión, esta música tiene el único fin de hacer que la gente menee el esqueleto un buen rato, lo cual es algo nada desdeñable. A la gente parece gustarle, puesto que el reggaeton se puede escuchar en la inmensa mayoría de radio musicales y bares de copas. El problema es que, con la excusa de mover las caderas, parece que los artistas dedicados a grabar este tipo de melodías descuidan lo que dicen en ellas. Se trata de letras extremadamente sexistas que no parecen importar a esas chicas que se mueven al ritmo de ‘yo soy tu gatita’ y demás -si bien es cierto que no todo el reggaeton es así-. O es que ni siquiera se paran a escuchar lo que dicen los reggaetoneros de moda… con lo se habla hoy en día de la igualdad de sexos.

Con este texto no pretendo hacer cambiar a la gente de opinión, me parece muy bien que cada uno escuche lo que le gusta. Más bien trato de argumentar por qué un determinado tipo de música es más digna de ser escuchada. El rock, por su parte, es lo opuesto a esta música. Letras con contenido, protesta contra lo que esta sociedad deja que desear -por desgracia más de lo que nos gustaría- y un gran trabajo tanto a la hora de componer tanto letras como música -para ser tocada en directo, que es donde se mueve de verdad la gente, los que hayan estado en festivales tipo Lumbreras Rock lo saben-.

Algunos critican al rock, heavy, etc… porque dicen que sólo es gritar y hacer ruido, pero ese ruido tiene un sentido y una voluntad de hacer cambiar las cosas y, lo que es más importante, mirando por el interés del pueblo, no el de una persona -no voy a decir que todo el rock es así, pero si un porcentaje enorme, entre otras cosas porque ‘animales’ los hay de todas clases-. Ahora bien, cada uno que escuche lo que le dé la gana, por suerte este todavía es un país libre.

Esperpento político

Ser un demócrata español es, hoy en día, un lastre en la vida de cualquier ciudadano de este país. No hay más que ver a qué se dedican nuestros políticos. Insultos y descalificaciones, ya sea mediante la palabra en ruedas de prensa rebosantes de periodistas; o bien utilizando el recurso de los videos, tan de moda a día de hoy.

Esta moda empezó con el video sobre la violencia en las calles de ¿España?, editado por el PP. Carcajadas sinfín brotaron de mi boca cuando me enteré de que había utilizado imáganes de Colombia e incluso de cuando Aznar gobernaba. Y me reí por no liarme a decir barbaridades ni a tirarle trastos a la cabeza en caso de que viera a alguno de los 'barones' populares. Los socialistas no se quedan cortos, pero lo de los 'liberales' es de escándalo.

Ahora, lo que faltaba. El PSOE se apunta a la moda y edita un video sobre las negociaciones del Ejecutivo de 'Ánsar' -como le llamaba su amigo Bush- con ETA. Pero, ¿en qué diablos -por no decir ninguna barbaridad- se han convertido los políticos españoles?. Lo primero es que un video no va a cambiar las ideas o los sentimientos de nadie -si es así, compadezco a quienes lo sufran-; y lo segundo, que las cosas se dicen a la cara y mirando a los ojos del otro. Cualquier cosa que se salga de esto es un esperpento, más aún si es en política.

Aunque lo que más gracia me ha hecho de todo esto es la respuesta de Rajoy a la difusión del video de los socialistas. Señor Rajoy, ¿se cree que somos imbéciles o qué?. Le responde al PSOE que no saben hacer nada más que insultar mediante un video. ¿Y usted qué hizo con lo de la violencia? Por favor, señores políticos, dejen de reírse en la cara de los españoles y dedíquense a solucionar los problemas que nos ahogan todos los días, dícese: vivienda, trabajo, etc, etc etc...

Y ESTO VALE PARA TODOS LOS PARTIDOS.

Un enlace fantástico con un post que define el modo de sentir de mucha gente con la política. ¡Bravo Rebe!

Veintitantos

Este texto lo he recibido por e-mail, seguro que todos los lectores (pocos) que tengo también. Le llaman la "crisis del cuarto de vida", y no pretendo deprimir a nadie con él, solo que a veces viene bien que algo o alguiente recuerde cómo nos sentimos las personas a veces cuando se llega a una cierta edad. No por ello ha de decaer la moral de nadie:

Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes donde estás ahora. Te empiezas a dar cuenta que hay un montón de cosas sobre ti mismo de las que no sabías y que quizás no te gusten.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás...
Te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios... por diferentes cuestiones: trabajo, estudio, pareja, etc... y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Extrañas la comodidad de la escuela, de los grupos, de socializar con la misma gente de forma constante. Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos, otros no eran tan especiales después de todo. Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.

Te rompen el corazón y te preguntas como esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor. Y pareciera como si todos los que conoces ya llevan años de novios y algunos empiezan a casarse.
Quizás tú también amas realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro si te sientes preparado para comprometerte por el resto de tu vida.

Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión.Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estupido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeño sueldo, pero aún así lo sigues haciendo -¡qué cabezón soy!-.

Miras tu trabajo y quizás no estés ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo. O quizás estés buscando algún trabajo y piensas que tienes que comenzar desde abajo y te da un poco de miedo.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven mas fuertes -y que nadie te las cambie-. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y añades cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.(Pues va a ser que si).

A veces te sientes genial e invencible y otras... solo, con miedo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando. Te preocupas por el futuro, préstamos, dinero... y por hacer unavida para ti.

Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello. Todos nosotros tenemos "veintitantos" y nos gustaría volver a los 17-18 algunas veces -¿y quién no?-.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza...pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos...

Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro. Parece que fue ayer que teníamos18...¿¡Entonces mañana tendremos30! ?
¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???

HAGAMOS VALER NUESTRO TIEMPO... QUE NO SE NOS PASE!
La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento...

El guirigay ¿deportivo?

Surgió como un programa dedicado a la tertulia deportiva, a comentar lospartidos de la correspondiente jornada de Liga que tocara. Parecía un buen foro de debate donde varios expertos en el mundo del fútbol intercambiaban sus opiniones, comentaban los partidos y nombraban a los jugadores que, a su juicio, habían sido los mejores de la jornada -esto último sí lo siguen haciendo, aunque a veces uno duda del criterio con que se juzga esto-. No se equivocan, hablamos de El Rondo, que se emite en La 2 los domingos por la noche.

Hoy por hoy, El Rondo se ha convertido en un programa más parecido a los espacios televisivos que me congratulo de definir como TELEBASURA. Periodistas y presuntos 'expertos' se dejan las cuerdas vocales a base de gritos hacia sus 'compañeros' de tertulia. Aunque lo que más gracia me hace es ver las caras de los invitados especiales que llevan al programa un determinado día. Entrenadores de equipos de primera división a los que vemos con los ojos abiertos cual búhos ante la escandalera que montan los Roberto Gómez -'experto' en el Real Madrid-, J.C. Rivero -moderador cada vez menos moderado-, Paco García Caridad -dictador a lo José María García- y compañía.

Y es que cada vez me suena más a una especie de Salsa Rosa futbolística donde, además, cada vez se habla menos de fútbol y más de chismorreos sobre lo que hacen y dejan de hacer los futbolistas. Sin tener en cuenta que el programa en cuestión no es más que un monográfico sobre el Real Madrid, impregando con ligeros toques de discusión acerca de si es mejor el conjunto merengue o el azulgrana -algo que, en cuento a juego, no tiene color-.

Señores de El Rondo: ¡Más futbol y menos amarillismo impregnado con ligerísimos toques del deporte rey!.

¡Por fin una programación digna!

Cada vez que enciendo el televisor -por suerte cada vez menos- me doy cuenta de que parece ser que los periodistas que van encaminados a trabajar en televisión tenemos menos futuro. Se me hincha la vena al ver en todas las cadenas un programa 'basura' tras otro, y así por lo menos el 70% de la programación diario: que si el tomate, que si el coreazón, que si las mañanas insulsas, etc...

Pero desde hace unos meses, con la aparición de LaSexta, algo parece haber cambiado. Es una cadena joven con una programación diferente a las demás. Series divertidas -que no de éxito-, programas en los que te puedes desternillar de la risa -tipo El club de Flo, o Sé lo que hicísteis la última semana (de lo mejor que he visto desde hace mucho tiempo)-. Este tipo de programas se sale de lo típico, entiéndase violencia, sexo, prensa rosa -más tirando a amarilla- y, sobre todo, politización extrema -esto ocurre con todas las cadenas, puesto que todas tienen intereses empresariales-.

Los niveles de audiencia de LaSexta suben cada vez más, y es lógico. Por suerte, parece que todavía le queda a esta sociedad algo de sentido común para apostar por lo que merece la pena ver. Y sin duda en estos momentos es en esta cadena que, independientemente de quién la controle, aboga por una programación diferente, basada en los deportes, el entretenimiento -las series de dibujos Padre de familia y Futurama tienen mucho que ver en ello- y las risas, sobre todo las risas, que falta nos hacen. No lo olvidéis, la risa es el mejor remedio para los males, además de que ser más que sano. Así que, a sonreir todo el mundo -no sólo gracias a este cadena de televisión, siempre es mejor sonreir que estar enfadado.

Una cosa curiosa

No puedo permitirme el lujo de decir que mare@digital sea un ejemplo de blog, aunque prometo intentar que lo lo sea en un breve periodo de tiempo -si es que a los pocos lectores que tengo les interesa algo lo que aquí escribo-. Lo que sí puedo gerantizar es que por mi parte, ahora que me siento todos lo días delante de un ordenador durante unas cuantas horas, es que los textos que aquí aparecen son temas que considero de interés.

Pero bueno, a lo que iba. Llegó un momento en que mare@digital sólo era visitada por amigos -ahora ya casi ni eso, jajaja-, hasta que de repente me encuentro con que un día tuve más visitas que en un mes y me decidí a averiguar por qué -gracias, Google-. Ese mismo fin de semana se había celebrado el festival de cine porno en Madrid, en el que se presentan nuevos actores de esta rama cinematográfica.

Pues bien, cuál fue mi sorpresa al encontrarme que la mayoría de los lectores de aquellos días me encontraron mediante Google, buscando mi nombre. Entonces busqué en esta herramienta y me dí cuenta de que yo no era el único Nando Rico en internet. ¡Había un tocayo míoque, para postre, ha resultado ser un actor...porno! Pues nada tocayo -creo que de Toledo-, es laprimera vez que me entero de alguien 'famoso' y con mi mismo nombre.

La pederastia y la Iglesia

Generalizar no es bueno, por eso no quiero que esto se entienda así. Lo que sí es cierto es que, bien porque llevar una vida entera en el celibato es difícil -por no decir imposible-; o bien por puro placer 'sagrado', cada relativamente poco tiempo -cada vez me da la sensación de que es con mayor regularidad- aparece un nuevo caso de abusos por parte de curas a niños de catequesis.

Ayer nos enteramos de que el Arzobispado de Madrid había encubierto este hecho, perpetrado por uno de sus sacerdotes de la diócesis. Pero no sólo eso, que ya es grave -no cabe olvidar que la institución de la Iglesia se caracteriza por su defensa de la pulcritud tanto terrenal como espiritual-, sino también que, en vez de 'empapelar' al susodicho curilla, lo que han hecho es expulsar a los catequistas del chiquillo -tiene 12 años-, como si hubieran sido ellos quienes hubieran abusado de él.

A estas alturas ni siquiera todos los curas son decentes -que es como debería ser-. Imponen a sus fieles una vida casta cuando, en cada vez más casos, ni siquiera ellos son capaces de controlar unas emociones que, no lo esquivemos, son humanas..... pero con mujeres u hombres, NUNCA CON NIÑOS.

Cambio climático

En mi nueva etapa en la capital, donde he acudido a realizar un master en diseño y programación de proyectos web me he dado cuentas de infinidad de cosas. Madrid es una urbe enorme que dispone de todos los elementos de la era ultramoderna en que vivimos. Pero si hay algo que me haya llamado la atención de manera especial es el clima. De acuerdo, llueve normalmente varios días a la semana, pero ¿qué hay de la temperatura?.

Cuando me disponía a coger el tren que me llevaría a mi nuevo lugar de residencia desde Villena las últimas palabras de mi madre fueron: “Abrígate mucho que en Madrid hace mucho frío”. Y a eso iba predispuesto. Ahora llevo dos semanas y pico aquí y sin embargo, a finales de noviembre, todavía llego a ir en manga corta por las calles de la capital.

Me considero un ecologista y por eso empecé a darle vueltas a un tema que está tratándose a nivel internacional: el cambio climático. En un mundo únicamente preocupado por maximizar sus beneficios no tienen lugar las iniciativas que contribuyan al desarrollo sostenible de la sociedad. Y eso teniendo en cuenta que medio mundo no está desarrollado, porque si así fuera estaríamos viviendo en un desierto -aunque así y todo nos falta poco-.

Cada vez que pienso en el mundo que verán nuestros hijos y nietos un escalofrío recorre mi interior. Para nada me gustaría ser ellos, porque que a nadie le quepa duda de que vivirán en un planeta al borde del colapso, o ya colapsado, que es peor. Hay pocas iniciativas para fomentar un cambio en esta situación, y los pocos que hay no se cumplen -es el caso del protocolo de Kyoto-, especialmente por el país que muchos consideran el ‘referente mundial’ -mirad cómo me río (jajajajajajaja)-, dícese Estados Unidos.

El caso del territorio yanqui es paradójico: pretenden ser el motor que mueva el mundo, y por ello rechazan medidas ecologistas como la que se firmó en Kyoto escudándose en motivos económicos. Pero yo tengo una pregunta que lanzarle al Tío Sam. ¿De qué le sirve a un país querer ser la primera potencia mundial si dentro de pocas décadas ya no habrá pueblos a los que guiar? -en el 99’99% de las ocasiones mal guiados-.

El motivo es que, al ritmo que crecemos por no reducir las emisiones contaminantes -algunos lo intentamos, los yanquis ni eso- a este mundo que conocemos no le quedan ni 100 años de vida. Y luego en los medios aparecen catástrofes cada vez con mayor frecuencia y además nos extrañamos. Pero todavía no llegamos tarde; el mundo tiene que hacer un esfuerzo global para paliar la situación antes de que sea demasiado tarde.

YA LO SABÉIS, SI ALGO NO TE GUSTA GRÍTALO, ASÍ QUE GRITEMOS PARA FRENAR ESTA RUEDA QUE NOS LLEVA A LA POBREZA POR QUERER HACERNOS MÁS RICOS.

¿Furia?

¿Qué le pasa a la selección? Es la pregunta que se hace todo el mundo en este país. Es preocupante que un conjunto -por llamarlo de alguna manera, porque, si lo son, no lo demuestran- con jugadores de reconocido nivel internacional -o así nos ven en gran parte del Planeta Fútbol, ¡toma definición!- no dé el callo ni siquiera en amistosos, donde se pueden divertir jugando. Pero el problema no es sólo el seleccionador. Por desgracia, en España sólo se presta atención a los clubes, pensando únicamente, por ejemplo -seguro que esto lo escucharon muchos durante el Mundial- en que Raúl está fallón -los del Barça no se cansaron de repetirlo-; o en que Xavi no organiza igual en España que en el Barcelona -es el caso de los madridistas-.

Ese es uno de los principales 'problemas futbolísticos' de este país, que no hay conciencia de equipo nacional. Ahora bien, es cierto que los componentes de la selección no hacen nada para cambiar esta tendencia 'natural' de los españoles. En el Mundial empezaron muy bien, acariciando la bola y disparando a puerta; pero no nos duró mucho. Contra Francia tocamos mucho, pero en nuestro campo, y si no chutas, no marcas. Ahora ni eso, ni chutamos ni jugamos.

Siempre he sido un asiduo de los partidos de la selección, pero últimamente ni siquiera me apetece ver a un equipo que no juega a nada. Es para que los cargos de la Federación -desde 'Fúrbol' Villar al mismo Sabio, del que me empiezo a pregutar si de verdad merece ese apodo (está claro que no es por su capacidad de 'hacer grupo')- se piensen unas cuantas cosas y cambien de filosofía. De lo contrario, nos acabará repateando ver partidos de la 'Roja'. Por lo menos Luis dice que se queda porque cree que hay solución: ¡Ojalá!.